Ayer soñé…

2 noviembre, 2011


Ayer tuve una pesadilla. De repente ya no estaba.

No podía tocar a mis hijos, ni despedirme de ellos, mi mujer no me oía decirle cuánto la quería. No podía jugar con Inés, ni llevarla a la guardería ni acompañar a sus hermanos mayores al colegio.

Ya no estaba. No me despedí de mis amigos para darles las gracias por todos estos años.

No abracé a mis padres para darles las gracias… por dejarme nacer, por ayudarme a ser como soy.

Entonces era tal la tristeza que olvidé lo que no era importante. Me olvidé de la crisis, del pesimismo, de mis ratos malos. Olvidé pensar en el pasado y preocuparme por el futuro. Porque ya había llegado.

Pero desperté. Y estaba aquí.   

Y descubrí que puedo dar un abrazo a mis hijos todos los días, hacer cosquillas a Inés mientras no para de reir. De acompañarla a la guarde y cerrar la puerta de clase mientras me dice adiós con esos dedos tan gorditos.

Puedo llamar ahora a un amigo y decirle qué tal estás, o darle las gracias, o tomar una cerveza y disfrutarla aunque charlemos de lo más mundano y absurdo.

Puedo ver a mis padres y decirles con la mirada todo lo que les debo.

Y es tan grande mi alegría que he olvidado lo que no es importante: de la crisis, de los que me quitan energía, de todo lo que no es esencial.            

Dichoso virus del síndrome Up.

No vendas tu vida, vuelve a lo esencial.

 

Íñigo Alli

10 Responses to “Ayer soñé…”

  1. Jose Carnero Says:

    Eres un crack Iñigo!!!

  2. isabellpazos Says:

    Gracias Íñigo!!!
    Creo que tus padres, tu esposa, tus hijos y tus amigos, sienten ese cariño y entrega que pones en la cosa más pequeña que haces cada día, como en la más relevante.
    Me deja un muy grato sentimiento tu reflexión. GRACIAS 🙂

  3. Javier Says:

    Cuanta razón tienes Iñigo!!!!
    Pienso muchas veces que deberíamos vivir cada día como si fuese el último. Si es el último día, no hay crisis, si es el último día, no hay preocupaciones en el trabajo, si es el último día, no importa que llueva, si es el último día lo único importante es que tus hijos, mujer, familia y amigos se queden con tu sonrisa, con tu cariño, con tus ganas de ayudar, con tu generosidad, con tu dedicación a ellos. Y si encima Dios te da un día más…que te quiten lo bailao!!!
    Un abrazo fuerte

    Javier

  4. Alex Nuñez Says:

    Iñigo, si algún día faltas (espero que sea más tarde que pronto) conmigo no tengas remordimientos porque has cumplido y has hecho todo aquello que en tu relato añorarías no haber hecho.
    Al menos, así lo siento yo.
    Cuidate mucho
    Alex

  5. Toni Sasal Says:

    ‘vuelve a lo esencial’. ese final de post no he podido evitar enlazarlo con mi libro favorito, el que siempre tengo en la mesilla. aquí va un pequeño fragmento, que seguro a alguien gusta recordar:

    -Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el principito, a fin de acordarse.

    -El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.

    -El tiempo que perdí por mi rosa… -dijo el principito, a fin de acordarse.

    -Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…

    -Soy responsable de mi rosa… -repitió el principito, a fin de acordarse


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